Los Hechos de los Apóstoles relatan tres grandes viajes misioneros de Pablo. En su tercer viaje, tras una corta estancia en Éfeso y Jerusalén, partió de Antioquía y recorrió Asia Menor y Grecia, terminando en Tiro y en Jerusalén donde fue encarcelado por los judíos. Apeló entonces al emperador, siendo conducido a Roma, donde permaneció dos años. De la narración de los Hechos aprendemos acerca de Pablo:
En Jerusalén (año 58 d.C.), 21:17 – 23:25
En Cesarea (fin del 58-60 d.C.) 24:1-26:32
ante Félix 24:1-27
ante Festo 25:1-22
ante Agripa 25:26:32
Viaje a Roma (fines del 60 a primeros del 61 d.C.) 27:1-28:15
Ministerio en Roma (principios del 61-63 d.C.) 28:16-31
En Roma, Pablo escribió las llamadas ‘cartas de la cautividad’: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. La Epístola a Filemón muestra una gran afinidad con la carta a los Colosenses, lo que sugiere que fue escrita por el mismo tiempo. En las cartas a los Filipenses (1:26; 2:24) y Filemón (22) se transparenta la esperanza de una próxima liberación.